Con el paso de los días he notado un cambio radical en mí, rudeza y firmeza como todo hombre necesita para su futuro.
Es increíble como las cosas te obligan a cambiar tu forma de ver las cosas, cambiar tu actitud ante ciertas situaciones.
Hoy tomé la decisión de encarar a un familiar mío por un acto ilícito que el/ella cometió, dejemos en claro que daré anonimato para evitar señalar a alguien, decidí concederme la fortaleza de enfrentarme a un ser cuyo corazón es más frío que la punta del monte Everest.
Ante su gran frialdad, soporté y me volví un poderoso humano capaz de doblegar a esa persona con un elemento que nosotros los humanos dejamos de utilizar: la verdad.
Después de unas horas de discusión sin altisonantes ni gritoneos salí victorioso, llegando a un acuerdo que comúnmente llamamos “venganza”, donde la satisfacción es mucha pero su duración es poca.
"La verdad nos hará libres"